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Título : Quiste oseo aneurismático en metacarpio asociado a hemihipertrofia faciocorporal ada : reporte de un caso
Osseous cyst and aneurysm in metacarpal associated with facial hemiphypertrophy ada: case report
Creador: Aguilar Hernández, Jose Israel
Nivel de acceso: Open access
Palabras clave : Quistes oseos aneurismaticos - Diagnostico- Niño
Aneurysmal oseous cysts - Diagnosis - Child
Quiste oseo aneurismático
Metacarpio
Bone aneurysm cyst
Metacarpio
Descripción : El quiste óseo aneurismático es una masa proliferativa no neoplásica (benigna) de hueso, que se caracteriza por la presencia de conductos y espacios de tamaño variable rodeados por paredes finas, de modo que en las radiografías la imagen es de un " Estallamiento Expansivo". Esta constituida por conductos o lóculos que por lo común contienen sangre, aunque algunos de los espacios pueden tener un líquido sanguinolento o incluso claro. El quiste úlceroaneurismático surge en cualquier sitio del esqueleto aunque los mas comunes son los huesos tubulares largos de las extremidades (en promedio 50% de los casos publicados); le siguen en frecuencia la columna vertebral (20% de los casos publicados). Otros sitios de ataques señalados han sido clavícula, pubis, ilíaco, isquión, falanges, calcánio, astrágalo, rótula, maxilar superior e inferior, y en los huesos de los· metacarpianos únicamente se han reportado 4 casos en la literatura mundial y nunca se había reportado asociado a hemihipertrófia faciocorporal cruzada. La fonna primaria consiste en una masa perfectamente delimitada y encapsulada de tejido blando friable; puede rezumar sangre de una trama de espacios "En panal" . La lesión suele estar dentro de una capa subperióstica fina de hueso nuevo. Al raspar la pared del "quiste" se obtiene tejido blando pardo rojizo. En el estudio microscópico se identifica un número variable de conductos o espacios anastomóticos pequeños o grandes, revestidos de paredes fibrosas finas o gruesas que no poseen lamina elástica ni capa muscular como los vasos sanguíneos. Parte de los espacios cavemomatosos pueden tener "Lagos" de sangre a presión; otros espacios pueden tener líquido sanguinolento o incluso claro. A veces se identifican coágulos sanguíneos focales en fase de organización. El síntoma inicial es el dolor local que ha durado semanas o meses. Si el hueso afectado es superficial, puede palparse una masa do~orosa . El estudio radiográfico pasa por las siguientes tres fases progresivas: En primer lugar comienza en la porción esponjosa del hueso medular y esta limitado por la corteza. En esta fase inicial la imagen radiográfica es la de una área ovoide o rodeada de mayor radiolucídes, con grados variables de expansión y adelgazamiento de la corteza regional desde el interior. En segundo lugar el quiste se vuelve excéntrico, eleva el periostio y muestra la imagen característica de "burbtJja de jabón" o " Estallido expansivo", de radiolucídes. La zona distendida esta dentro de una "cascarilla" de hueso subperióstico que la recubre, con un borde interno poco preciso y, por lo común, sin esclerosis marginal. Dentro de la lesión no hay mineralización notable, aunque a veces se identifican múltiples tabiques irregulares y finos. La elevación del periostio puede ocasionar capas laminadas de hueso nuevo subperióstico "Triángulo de Codman" en la unión del quiste de lado diafisiario del hueso largo. Por último, con la expansión progresiva la lesión parece "explotar" y se pierde la continuidad de su cascarilla de hueso subperióstico y se extiende a tejidos blandos. Son frecuentes la pérdida de la continuidad y la fractura . En los huesos tubulares cortos la lesión es mas central y se extiende al interior de la diáfisis y la región subarticular (ello se explica por la pequeñez de los huesos). Dentro del tratamiento la ablación o ex1:irpación total de la lesión puede practicarse en sitios escogidos como costillas, peroné, rótula o en huesos del carpo. Y las complicaciones van del lO al 20% de los casos con recidiva. Si las zonas radiolucídas aumentan de tamaño y muestran actividad "agresiva" se recomienda repetir el raspado y el injerto óseo. Conviene utilizar hueso cortical ademas del esponjoso. De manera global el pronostico del quiste óseo aneurismático es excelente y se logra curación en 90 al 95% de los casos.
Colaborador(es) u otros Autores: Isunza Ramirez Agustin
Fecha de publicación : 2001
Tipo de publicación: Otros
Formato: pdf
URI : http://repositorio.pediatria.gob.mx:8180/handle/20.500.12103/1135
Idioma: spa
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